El lugar es un clásico. Fuimos la noche de “Kind of Blues de Miles Davis” y estuvo espectacular. Pedimos el servicio de Cena completa y ahí están nuestras reservas. Tardaron 45 min en traer la entrada: una tortilla de papas y una palta. Ya había empezado el show. Luego, a los 15 minutos estaba listo el plato principal. Como aún no habíamos terminado la entrada, lo dejaron esperando y luego lo apilaron en nuestra pequeña mesa, encima totalmente fríos los platos. El ojo de bife es de 5cm de diámetro. Dos bocados. Las mesas de primera fila están prácticamente en el escenario. La baba del trompetista debe haber caído toda en mi comida. Dos cenas y un vino, 1900$.
Muy buena experiencia, como siempre muy buena música, sonido, la cena muy rica, recomiendo los ñoquis rellenos con salsa, volcán de chocolate muy bien hecho... Cosa difícil de encontrar.
El valor de la entrada me parece acorde al servicio y a la calidad de espectáculo que se brinda.
Lo que estuvo mal fue la limpieza del baño de damas el cual estaba bastante sucio, una pena, he ido anteriormente varias veces y estaba en condiciones.
Bueno una cuestión a tener en cuenta ya que es un lugar que frecuentan turistas y también por los locales que nos gusta disfrutar a pleno de una noche de música para oídos selectos y el alma que tanto se lo merecen después de un día de trabajo.
Me gustó porque el show que brindan siempre es muy bueno y de calidad. Todo acompañado con un menú variado y sabroso. La atención es muy buena lo que hace que el lugar sea agradable y cómodo. La única critica que les haría es que se escuchan ruidos de la cocina en medio del show. Deberían mejorar eso, por lo demás, es muy recomendable.
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